Al menos 10 personas murieron y cerca de 30 resultaron heridas a tiros mientras salían de una mezquita en la ciudad de Quetta, la capital de la provincia de Beluchistán situada en el oeste de Pakistán, comunicaron medios internacionales.
Este viernes unos diez extremistas abrieron fuego contra los fieles suníes que salían después de la oración. Según la policía, su objetivo era asesinar al exministro del gobierno de Beluchistán, Ali Madad Jattak que resultó ileso.
Por el momento, nadie se ha atribuido la autoría del ataque.
Este jueves, al menos 30 personas murieron y 40 resultaron heridas en un atentado suicida en Quetta.
En Baluchistán, la más grande y menos poblada provincia de Pakistán, actúan separatistas y extremistas religiosos que luchan por una mayor autonomía para esta provincia.
Dos atentados perpetrados en enero y febrero de este año en Quetta, se cobraron casi 200 vidas humanas. La mayoría de los muertos pertenecía a la comunidad chiíta de Pakistán. Reivindicó los actos terroristas el grupo musulmán sunita Lashkar-e-Jhangvi, vinculado a Al Qaeda.