Un tribunal de Moscú suspendió hoy en el cargo al alcalde de Majachkalá, Saíd Amírov, a quien el Comité nacional de Investigaciones acusa de estar implicado en el asesinato de un juez instructor en la capital daguestaní en 2011.
La suspensión fue decretada a solicitud de jueces instructores que pretenden evitar así posible presiones de Amírov sobre testigos.
El propio alcalde dijo que no se aferra al cargo pero su defensor, Mark Krúter, calificó la medida de presurosa y volvió a calificar el caso de “fabricado”.
Durante su comparecencia ante el tribunal, Amírov negó que hubiera intentado suicidarse en prisión.
“No lo he intentado ni voy a intentarlo”, declaró a los reporteros.
El periódico Izvestia escribe en su edición de hoy que Amírov se abrió con una hoja de afeitar las venas en el antebrazo derecho, en la muñeca izquierda y en ambas piernas el pasado día 11.
También una portavoz del Servicio Federal Penitenciario dijo este viernes que el alcalde “realmente ha intentado suicidarse y está en hospital bajo observancia de los médicos”.
La Justicia rusa imputa a Amírov la implicación en el asesinato del juez instructor Arsén Gadzhibékov, en diciembre de 2011. Gadzhibékov estaba investigando varios delitos sonados, entre ellos el atentado terrorista de 2010 en la ciudad de Kizliar con un resultado de 10 muertos y 270 heridos.
El mismo cargo se presentó contra el teniente de alcalde de la ciudad daguestaní de Kaspiysk, que es un sobrino de Amírov, y contra otro pariente suyo, un asesor del fiscal de la ciudad de Kizliar.
El alcalde de Majachkalá y diez supuestos cómplices suyos fueron detenidos el 1 de junio.
Amírov presidió el Gobierno daguestaní de 1991 a 1998. Más tarde ganó la alcaldía de Majachkalá en las primeras elecciones que Daguestán celebró por sufragio directo. El alcalde no se declara culpable y afirma que el suyo es un caso fabricado.
Una fuente del Kremlin dijo anteriormente a Izvestia que la Administración de Vladímir Putin dio luz verde al arresto de Amírov y mirará con lupa ahora a los demás miembros de su poderoso clan que se extiende de Daguestán a los organismos del poder federales.
Un empresario daguestaní citado por el mismo diario afirmó que no había manera de abrir un negocio o cerrar una transacción en Majachkalá sin permiso de Amírov.