Las puntas cortadas de los dedos vuelven a crecer a veces en los mamíferos, incluidos los humanos, gracias a la presencia de células madre en el llamado lecho ungueal, averiguaron científicos estadounidenses.
El descubrimiento puede ayudar a crear tecnologías de regeneración de las extremidades perdidas, afirman el profesor Mayumi Ito y sus colegas de la Universidad de Nueva York en un artículo publicado en la revista Nature.
Los científicos detectaron la presencia de un reducido número de células madre en la base de la uña, lo cual garantiza su permanente crecimiento. Este proceso lo controlan las proteínas Wnt. Precisamente este mismo mecanismo hace posible la regeneración de las puntas de los dedos.
Las proteínas Wnt se activan en el epitelio debajo de la parte de la uña que queda tras la amputación y atraen hacia la zona dañada células nerviosas. Éstas a su vez ponen en marcha el crecimiento de las células del tejido conjuntivo, las que se transforman posteriormente en huesos, tendones y músculos.
En los ratones, las puntas de los dedos se restablecen por completo en cinco semanas. Pero si tras la amputación no queda casi nada de la uña, la regeneración no arranca. Científicos lograron activarla tras estabilizar en la base de la uña el contenido necesario de la beta- carotina, la que actúa como transmisora de señales entre las proteínas Wnt.
Este mismo mecanismo responde por la regeneración de órganos en los anfibios. Científicos no descartan su existencia también en el organismo humano.