El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, lanzó este jueves una última advertencia a los manifestantes que ocupan el parque Gezi en Estambul, dándoles 24 horas para desalojar el lugar, escenario de protestas antigubernamentales desde hace dos semanas.
“Nuestra paciencia está tocando fondo. Es la última advertencia”, declaró Erdogan en una reunión con los miembros del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en Ankara.
El primer ministro dijo que los manifestantes “queman autobuses municipales y luego posan enfrente”. “Eso no puede llamarse lucha por la libertad”, afirmó.
Llamó a los padres de manifestantes que “tomen del brazo a sus hijos para sacarlos de allí”.
También exhortó a los ecologistas a retirarse del parque y “dejarnos que nos las arreglemos con grupos de terroristas marginales”.
“Limpiaremos de ellos el parque Gezi”, prometió.
La víspera, Erdogan dijo haber dado las órdenes correspondientes al ministro del Interior, Muammer Guler. “Eso habrá terminado en 24 horas”, afirmó.
También Guler declaró hoy que la situación “no puede continuar así”. “Creemos en la sinceridad de nuestros hijos. No pueden estar donde esos provocadores en el parque Gezi. Si grupos marginales siguen con los enfrentamientos, la policía tendrá que hacer su trabajo”, dijo.
Mientras, activistas pretenden mantener la acampada en el parque Gezi hasta que el Gobierno renuncie a su plan de urbanizar la zona.
El portavoz de AKP, Huseyin Celik, mencionó ayer la posibilidad de celebrar en Estambul un plebiscito sobre Gezi, una de las pocas zonas verdes de la ciudad.
Las protestas antigubernamentales en Turquía causaron más de 5.000 heridos y cinco víctimas mortales, según los datos de última hora.
