La Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso) aprobó en segunda y tercera lecturas una ley que castiga con hasta tres años de cárcel las ofensas de los sentimientos de religiosos.
La respectiva decisión fue aprobada con 308 votos a favor y dos en contra.
También fueron elevadas casi cuatro veces las multas por la obstaculización ilegal de las actividades de organizaciones religiosas y la celebración de cultos.
La propuesta original, presentada en 2012 por varios partidos políticos rusos, pedía penas de hasta cinco años de prisión por actos que ofendieran los sentimientos religiosos.
Un sondeo elaborado en Rusia el año pasado reveló que más del 80% de los ciudadanos estaban a favor de recrudecer la legislación para castigar los delitos de gamberrismo, daños a las propiedades de iglesias y confesiones, como también los actos que supongan una ofensa a los sentimientos religiosos de los creyentes.
Según expertos, el proyecto de ley es una reacción al sonado proceso contra el grupo punk Pussy Riot, cuyas tres activistas fueron condenadas a dos años cárcel por la ejecución de una “oración punk” en la principal basílica ortodoxa de Moscú, acto considerado por la justicia rusa de ofensivo para los creyentes, aunque las activistas afirmaron que fue un acto político.