Hackers chinos robaron los planos de la nueva sede del servicio secreto ASIO de Australia, comunicó este lunes la televisión australiana ABC.
Los documentos contienen detalles de las plantas del edificio y muestran la ubicación de los cables de comunicaciones, servidores y sistemas de seguridad, lo que pone en peligro hipotético a toda la organización, según la cadena.
Se desconoce cuándo se produjo el robo ni si tuvo algunas repercusiones diplomáticas. ABC rehusó revelar sus fuentes pero dijo que los materiales fueron robados a un contratista vinculado con la construcción de la nueva sede que debía inaugurarse en abril pasado y cuyo coste se evalúa en más de 600 millones de dólares.
Alguien había planeado un ataque contra el contratista y la pista condujo a un servidor en China.
Varias empresas australianas como la productora de acero BlueScope Steel o la compañía Codan, que fabrica equipos de radio para militares y servicios de inteligencia, también fueron blanco de piratas informáticos chinos, según ABC.
El profesor Des Ball, del Centro de Estudios Estratégicos y de Defensa de la Universidad Nacional de Australia, dio a entender que China sería capaz de poner escuchas en el edificio tras este robo.
La construcción está casi terminada, así que solo hay dos opciones, según Ball. Una es asumir el hecho y tomar las máximas precauciones incluso en la sede propia. La otra, quitarlo todo desde el interior y volver a empezar.