La agencia estadounidense de noticias Associated Press acusó al Departamento de Justicia de EEUU de haber espiado sus líneas telefónicas en abril y mayo de 2012.
Según afirmaron los abogados de la AP, considerada la mayor agencia noticiosa de EEUU, el Departamento de Justicia intervino en secreto los registros de llamadas telefónicas de los reporteros y editores en ese período.
Las autoridades recibieron acceso al historial de llamadas hechas por más de 20 líneas telefónicas en las oficinas de la AP en Nueva York, Washington y Hartford (Connecticut), donde trabaja más de un centenar de personas.
El presidente y director general de la AP, Gary Pruitt, envió una carta de protesta al secretario de Justicia, Eric Holder, y señaló que el Gobierno obtuvo información que va mucho más allá de lo que pueda necesitar una investigación.
"No hay justificación posible para una recopilación tan amplia de las comunicaciones telefónicas de la AP y sus reporteros. Estos registros revelan comunicaciones con fuentes confidenciales en todas las actividades noticiosas de la AP durante un período de dos meses", manifestó Pruitt. A su juicio, se trata de una intrusión masiva y sin precedentes en las actividades de la agencia.
La AP asegura que desconoce los motivos de las escuchas, pero considera que se trata de una investigación en torno a una información que la agencia publicó el 7 de mayo de 2012. La AP desveló aquel día los detalles de una operación de la CIA en Yemen que ayudó a frustrar los planes de Al Qaeda para detonar una bomba en un avión que iba a volar a EEUU.
Posteriormente, el director de la CIA, John Brennan, criticó a la AP por la "revelación no autorizada y peligrosa de información secreta". Entre los empleados de la AP, cuyas llamadas fueron interceptadas, figuran cinco reporteros y un editor que divulgaron la información clasificada.
