Las clases de literatura rusa organizadas por la Universidad de Virginia en el Centro Correccional para Menores de Beaumont, en EEUU, son tan populares entre internos que oficiales de la prisión las usan como recompensa, según un artículo publicado hoy en el diario Washington Post.
Incluso después de terminadas las clases, los jóvenes quieren leer novelas voluminosas como “Guerra y paz”, de León Tolstói. Investigadores que trabajan con ellos constataron una serie de cambios positivos en su comportamiento, toma de decisiones y hábitos sociales.
Alex Espinoza, de 18 años, dijo que esa experiencia le enseñó a apreciar cosas pequeñas, no solo preocuparse por el dinero. Otro interno confesó que se siente otra vez persona gracias a los 90 minutos que dura la clase cada semana.
La Universidad de Virginia hasta concedió una beca de 50.000 dólares al catedrático Andy Kaufman para extender el experimento a más gente, tanto en Beaumont como en los más centros correccionales de Virginia y otras partes de EEUU.