Un tribunal de la ciudad rusa de Volgogrado ordenó el domingo el arresto de dos supuestos autores de un homicidio brutal cometido aparentemente por motivos homófobos, comunicó hoy el juez instructor Andréi Gapchenko.
“El tribunal del distrito de Krasnoarmeiski escogió la medida cautelar del arresto por dos meses en relación con dos sospechosos”, dijo Gapchenko. Un tercer hombre figura como testigo en el caso.
El cadáver de la víctima, un hombre de 23 años, fue descubierto el pasado 10 de mayo en el patio de un edificio de Volgogrado. El cuerpo estaba desnudo y sodomizado con botellas de cerveza; también presentaba múltiples fracturas de costillas y tenía la cabeza machacada con una piedra.
“El motivo del crimen fue la noticia de que él era de orientación sexual no tradicional”, admitió el juez.
Los supuestos autores fueron detenidos pocas horas después del hallazgo del cuerpo. Uno de ellos ya reivindicó el asesinato. Contó que la víctima, dos hombres más y él estaban tomando cerveza en el patio, en una plazoleta de juegos infantiles. Entre trago y trago se supo que uno de ellos era gay, lo que provocó la indignación del resto.
Supuestamente quisieron gastarle “una broma” y le arrancaron la ropa, para que volviera a casa en pelotas. Pero el asunto no paró ahí. Lo tumbaron al suelo, le propinaron numerosas patadas y, cuando estaba ya inconsciente, empezaron a introducirle por el ano botellas de cerveza. Luego tomaron una piedra y la dejaron caer varias veces sobre la cabeza para rematarle.
Uno de los sospechosos, de 22 años, había estudiado en el mismo colegio que la víctima. Otro, de 27, tiene antecedentes penales. Les amenaza una pena de hasta 15 años de cárcel por homicidio.
El diseñador gráfico y fotógrafo Rustem Adagámov, a quien el diario británico The Telegraph definió como bloguero número uno de Rusia en 2011, opina que el asesinato de Volgogrado es “fruto monstruoso” de “la homofobia que el Estado ruso se empeña en imponer”.
De la misma opinión es el periodista y crítico de cine Alexandr Timoféievski: “Los diputados de la Duma que, a bombos y platillos, haciendo publicidad de su postura moral, se proponen ahora adoptar una ley contra la propaganda de homosexualidad ¿se dan cuenta de que estas botellas de cerveza (dos que han entrado por completo, y la tercera, parcial) han sido echadas por ellos en realidad?”
En enero pasado, la Cámara baja del Parlamento ruso (Duma de Estado) aprobó en primera lectura un proyecto de ley federal que establece multas por la propaganda homosexual entre menores.
Las relaciones homosexuales se castigaban en la URSS con penas de hasta cinco años de cárcel desde 1934. Rusia despenalizó la homosexualidad en 1993. La vigente Constitución rusa garantiza iguales derechos a todos los ciudadanos, sin discriminación alguna.
El 15% de los rusos, según una encuesta realizada en 2010 por el Centro Levada, reconoce que la homosexualidad es una orientación sexual como cualquier otra mientras que el 74% la atribuye a falta de moral, malos hábitos, enfermedad o consecuencia de un trauma psicológico.
