Ingenieros rusos ensayaron un prototipo de obús electroquímico cuyo alcance supera en un 50% al de los sistemas tradicionales pero Defensa acoge el invento con escepticismo, informó el lunes el diario Izvestia.
Una fuente de la industria militar dijo al periódico que “el cañón usa una substancia mucho más densa que el RDX (ciclonita o hexógeno), detonada mediante la iniciación del plasma, por una descarga especial”.
“Debido a la alta densidad, la detonación se caracteriza por una velocidad superior que en el caso de explosivos habituales, y el proyectil recibe, además de energía cinética, un impulso electromagnético gracias al uso del plasma. Por tanto, el cañón se define como termoelectromagnético”, explicó.
El centro de investigación Burevestnik, de Nizhni Nóvgorod, desarrolló el prototipo a partir de una versión reforzada del obús autopropulsado 2S35 Koalitsiya-SV. Los modelos experimentales se fabrican en Ekaterimburgo y Perm.
El Ministerio ruso de Defensa comenta el nuevo obús con cierta dosis de escepticismo.
“No habíamos pedido ese cañón. Si los industriales demuestran que es mucho más eficiente que los modelos actuales, estudiaremos sin duda la posibilidad de un reemplazo”, dijo un portavoz de la Dirección General de Misiles y Artillería.
El funcionario admitió que para Defensa se están desarrollando algunas armas innovadoras en cuanto a los principios físicos pero rehusó ofrecer más detalles, alegando un secreto de Estado.
Un miembro de la Comisión gubernamental para la industria militar señaló que el nuevo obús difícilmente se incorporará al arsenal en un futuro próximo.
“El nuevo explosivo requiere de fuerte compresión que es bastante difícil de garantizar en la práctica. Los desarrollos de científicos e ingenieros son muy importantes y, tarde o temprano, serán la base de modernos sistemas artilleros pero, por ahora, es una perspectiva a muy largo plazo”, comentó.
En cuanto al próximo decenio, los ingenieros intentarán perfeccionar el componente electrónico de los proyectiles y su precisión, más que desarrollar nuevos principios del lanzamiento, a su juicio.
