Israel cerró la víspera al tráfico civil el espacio aéreo el norte del país, en una decisión que se produjo varias horas después del bombardeo atribuido a Israel contra instalaciones militares en las afueras de la capital siria, Damasco.
Una portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel explicó a RIA Novosti que el espacio aéreo sobre Haifa, la mayor ciudad y el único puerto aéreo del norte del país, permanecerá cerrado durante “varios días”, aunque no precisó los motivos de la medida. Por su parte, la principal aerolínea regional Arkia advirtió sobre la suspensión de sus vuelos entre Haifa y Eilat, en el mar Rojo, hasta el próximo jueves, 9 de mayo.
El Ejército israelí anunció el domingo el traslado a la zona de Haifa y Safed de dos baterías de defensa aérea Cúpula de Hierro ante posibles ataques por parte de Siria y el grupo radical libanés Hezbolá, un aliado del régimen de Bashar Asad. Según la prensa local, las autoridades de Haifa acordaron también la apertura los refugios y otras medidas de precaución.
El Gobierno y las Fuerzas de Defensa de Israel siguen sin confirmar ni desmentir la autoría del bombardeo lanzado la madrugada del domingo contra un objetivo en las afueras de Damasco, que podría ser un centro de investigación militar, según algunas fuentes, o un depósito de misiles de fabricación iraní destinados para Hezbolá, según otras. Anteriormente, se informó también que Israel habría bombardeado el viernes un cargamento de misiles para la milicia chiíta libanesa.
Tampoco ha habido por el momento una respuesta oficial israelí a las declaraciones del régimen sirio que consideró los dos ataques como una “declaración de guerra” de Israel y advirtió de que se defenderá por todo los medios posibles.
La agencia siria Sana informó la víspera de “varias explosiones en las afueras de Damasco” atribuyéndolas a un ataque de misiles por parte de la aviación israelí. “Esta nueva agresión directa confirma la implicación de Israel en el complot contra Siria y sus vínculos con grupos terroristas que operan en Siria con el apoyo de Occidente y varios países árabes”, señaló un comunicado difundido por el medio.
Entretanto, el principal aliado de Tel Aviv, Washington, calificó de “justificada” la inquietud de Israel ante el nuevo armamento de Hezbolá, aunque dejó sin comentar los presuntos ataques de la aviación israelí contra el territorio sirio.
“No tengo ningún comentario respecto a estas informaciones… No obstante, el presidente (de EEUU Barack Obama) dijo anteriormente que Israel tiene motivos para estar preocupado ante la amenaza que supone la obtención de sistemas bélicos avanzados por parte de Hezbolá… y que Israel, como un Estado soberano, tiene derecho a adoptar las medidas necesarias para proteger a sus ciudadanos”, declaró anoche el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Resaltó que los servicios de seguridad de EEUU e Israel “coordinan estrechamente” sus actuaciones ante esta nueva amenaza.