El juicio contra Alexéi Navalni, conocido bloguero, cruzado contra la corrupción y líder de las protestas masivas del año pasado contra Vladímir Putin, terminó este miércoles apenas 40 minutos después de empezar.
El juez Serguéi Blinov aplazó el juicio hasta el 24 de abril después de que la defensa de Navalni pidiera más tiempo para estudiar los materiales del caso.
“Soy inocente”, declaró Navalni a los periodistas y partidarios reunidos fuera del juzgado en la ciudad de Kírov, a unos 800 kilómetros de Moscú. También calificó de “inventado” el caso contra él.
Navalni, de 36 años, admitió sin embargo en repetidas ocasiones que espera un veredicto inculpatorio, puesto que la tasa de sentencias absolutorias en casos penales en Rusia es extremadamente baja, menos del 1%.
El opositor se expone a una pena de hasta 10 años entre las rejas, si le declaran culpable.
Cargos contra Navalni
A Navalni y su ex aliado político, el empresario Piotr Ofitsérov, se les acusa de haber encabezado un grupo delictivo que, según los jueces instructores, robó 16 millones de rublos (500.000$) a la empresa estatal maderera Kirovles en 2009.
La acusación sostiene que Navalni, entonces ayudante del gobernador local, presionó sobre Kirovles para que vendiese madera a la compañía de Ofitsérov, VLK, a precios inferiores a los del mercado. Navalni dice que simplemente asesoró como abogado y amigo a Ofitsérov, quien también niega los cargos, y afirma que éstos son la venganza por su crítica mordaz hacia altos cargos y sus denuncias de corrupción en la cúpula rusa.
La investigación a raíz de una denuncia de Kirovles fue iniciada en diciembre de 2010 y archivada rápidamente por falta de pruebas. El caso se reabrió poco después de que Navalni, en febrero de 2011, tachara de “sinvergüenzas y ladrones” al partido oficialista Rusia Unida de Putin. Entonces fue acusado de fraude, delito que implica una pena de hasta cinco años.
Al expediente se le dio un nuevo carpetazo en abril de 2012, pero el caso fue reabierto por una orden de Alexandr Bastrikin, jefe del Comité de Investigación y aliado de Putin.
Los cargos, y con ellos, la posible pena de prisión, se intensificaron a finales de julio de 2012, pocos días después de que Navalni acusara a Bastrikin de poseer inmuebles no declarados y otros activos en el extranjero.
El ex director de Kirovles, Viacheslav Opalev, a quien Navalni presionó supuestamente para vender la madera, también fue acusado en un nuevo proceso. Se declaró culpable y fue sentenciado en diciembre pasado a cuatro años de cárcel con suspensión de la condena. Los abogados de Navalni dicen que aquella declaración de culpabilidad añade peso a la acusación.
La abogada de Navalni, Olga Mijáilova, declaró después de la vista de hoy que llamarán la atención a la naturaleza “obviamente política” del juicio.
“Utilizaremos todas las líneas de defensa posibles “, aseguró en una rueda de prensa.
Un portavoz del Kremlin negó esta semana que los cargos contra Navalni, dispuesto a postularse para la presidencia de Rusia, sean políticos. También dijo que Putin no seguirá la evolución del juicio.
Sin embargo, un portavoz de la Comisión de Investigación admitió la semana pasada que un examen más riguroso de las actividades de Navalni es resultado de sus “mofas” contra altos cargos.
El gobernador de la región de Kírov, Nikita Belij, ex jefe de Navalni y, en el pasado, miembro de la oposición, comentó que la Administración local y Kirovles no avalan las acusaciones contra Navalni, que calificó de “dudosas”.
Lejos de Moscú
Unos 100-150 partidarios de Navalni viajaron a Kírov para respaldarle. Funcionarios judiciales se negaron esta semana a transferir el juicio a Moscú, donde el apoyo a Navalni es más fuerte.
Entre los activistas más conocidos presentes hoy en Kírov estaban Boris Nemtsov, ex viceprimer ministro de la época de Boris Yeltsin, y el diputado opositor Dmitri Gudkov. Otros, como la defensora veterana de derechos humanos Ludmila Alexéeva y el líder del partido Yábloko Serguéi Mitrojin, hablaron en una manifestación en apoyo de Navalni desde Moscú, en la noche del miércoles por la noche. La protesta convocada en la capital rusa reunió a unas 1.000-3.000 personas.
“Si les dejamos encarcelar a Navalni, entonces nada va a parar a las autoridades. Meterán en prisión a todos sus oponentes políticos”, comentó en Kírov un activista de la oposición, Nikolái Liaskin.
Apenas el 37% de los rusos saben hoy quién es Navalni, según una encuesta realizada el pasado mes por el Centro Levada. De ellos, solo el 14% se plantearía votar por él en las elecciones presidenciales. La encuesta se realizó del 22 al 25 de marzo entre 1.601 personas. El margen de error no supera el 3,4%.