El presidente interino de Venezuela y candidato oficialista en las próximas elecciones, Nicolás Maduro, denunció un plan para asesinarlo en el que estaría involucrado un grupo de “sicarios” procedentes de Centroamérica y vinculados con la oposición venezolana.
La denuncia de Maduro se produce a una semana de las elecciones presidenciales convocadas para el próximo 14 de abril, en las que su principal rival será el líder de la oposición y gobernador del Estado de Miranda, Henrique Capriles. Según el mandatario en funciones, además de atentar contra su vida, los mercenarios, contratados supuestamente por dos ex embajadores de EEUU y la derecha salvadoreña, tienen el objetivo de desestabilizar el país incrementando la violencia en las principales ciudades y saboteando el sistema eléctrico.
“Me quieren matar, porque saben que no me pueden ganar unas elecciones. Detrás de esto está la mano de Roger Noriega y Otto Reich. Está la derecha salvadoreña que han mandado unos sicarios para asesinarme. Lo denuncio ante el mundo y pido al pueblo máxima alerta”, afirmó Maduro citado por medios venezolanos al intervenir en un mitin de campaña.
El sucesor del fallecido presidente Hugo Chávez también acusó a un líder de la derecha y una diplomática estadounidense de planificar un apagón general en el Estado de Bolívar. Según Maduro, existen testimonios documentales, como fotografías y grabaciones de vídeo, que prueban la implicación de ambos.
La presunta conspiración desestabilizadora fue denunciada anteriormente por el canciller venezolano, Elías Jaua, quien en declaraciones a la cadena Telesur aseguró que se trata de un grupo de “terroristas” procedentes de El Salvador vinculados con la derecha venezolana.
A su vez, el candidato presidencial de la oposición, Henrique Capriles, achacó el “problema de la luz”, en referencia a los apagones registrados recientemente en Venezuela, a “un problema de ineficiencia” del Gobierno actual del país.