El magnate ruso exiliado Boris Berezovski, encontrado muerto el sábado en su mansión británica, estaba tendido en el suelo del cuarto de baño con una atadura alrededor del cuello y un trozo de material similar en la barra de la ducha.
Así lo reveló este jueves el inspector detective Mark Bissell, de la Policía del Valle del Támesis, quien prestó declaraciones en la primera audiencia de la investigación judicial sobre la muerte del multimillonario ruso. Berezovski, cuyo cuerpo fue identificado formalmente el pasado martes por su hija Elizaveta, podría llevar muerto hasta 18 horas cuando su cadáver fue descubierto por el guardaespaldas en la tarde del sábado, agregó el oficial.
“Fue visto con vida por última vez aproximadamente a las 9:05 de la noche el 22 de marzo por el mismo empleado”, explicó Bissell. Indicó que aunque la autopsia no detectó ningún signo de violencia, no se puede descartar por completo la implicación de una tercera persona mientras continúen las pesquisas, que incluyen, entre otras, pruebas toxicológicas e histológicas.
“El escenario (de la muerte) está actualmente bajo control de la Policía. El registro de la propiedad sigue adelante y podría durar aún algunos días”, concluyó.
Por otro lado, el diario The Guardian informó hoy que, según fuentes de la familia, un examen postmortem inicial constató que el fallecido tenía una costilla rota, aunque no detectó ningún hematoma.
El cuerpo sin vida de Boris Berezovski, de 67 años, fue descubierto en uno de los baños de la mansión de Ascot, condado inglés de Berkshire, en la que residía. La Policía británica abrió una investigación para esclarecer las circunstancias de su muerte que calificó de “inexplicada”.
Distintas fuentes apuntaron anteriormente a que pudo haber sufrido un ataque cardíaco o haberse suicidado, ya que en los últimos meses padecía de depresión, al parecer a causa de sus problemas financieros.
