La UE, la Comisión Europea y el Gobierno de Chipre actúan como “un elefante en una cacharrería” mientras intentan arreglar la crisis chipriota; han cometido todos los errores posibles y socavaron la confianza en las instituciones financieras como tales, declaró hoy el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev.
“Por ahora lo que hacen la UE, la Comisión Europea y el Gobierno de Chipre para arreglar la deuda parece más a un elefante en una cacharrería. A lo mejor echan de menos las crisis, han olvidado qué pasó hace unos años”, dijo Medvédev en una entrevista a medios europeos.
El jefe del Gobierno ruso equiparó la idea de introducir un gravamen único sobre las cuentas bancarias en Chipre, apoyada por el Gobierno pero rechazada por el Parlamento, a una expropiación. Comparó la medida con la política de las autoridades de la Unión Soviética que trataban “sin demasiados escrúpulos los ahorros de la población” durante “cierto período de tiempo”.
El saneamiento económico de Chipre no debe “derrumbar” la banca, especialmente ahora, cuando el país afronta una quiebra, dijo Medvédev, al enfatizar que Rusia aboga, naturalmente, por arreglar la situación en el sector bancario y hacerlo lo más transparente posible.
Al mismo tiempo, advirtió que la situación en Chipre puede desencadenar una nueva oleada de crisis financieras locales. “Creemos que semejantes problemas y la manera de solucionarlos deben ser tratados entre todas las partes interesadas, y no encubrirse bajo la fórmula de que Chipre debe dirigirse a unos y no a otros. Entonces que lo decidan todo dentro de la UE, aunque no creo que esté bien”, dijo Medvédev.
Chipre necesita unos 17.000 millones de euros para la recapitalización de su banca y financiación del déficit público, una suma equiparable al presupuesto del país mediterráneo. El impuesto bancario, rechazado por el Parlamento, hubiera permitido recaudar unos 5.800 millones de euros y habría garantizado a Nicosia el rescate de 10.000 millones de euros de la UE y el FMI.
Ahora Chipre sostiene negociaciones con representantes de la UE y Rusia para evitar la quiebra. Mientras, las autoridades anunciaron que los bancos del país isleño permanecerán cerrados hasta el martes, 26 de marzo, como mínimo.