Las autoridades del Estado de Texas, EEUU, no imputarán a Laura y Alan Shatto la muerte de su hijo adoptivo Maxim Kuzmín de origen ruso, comunicó el fiscal estadounidense Bobby Bland citado hoy por la agencia AP.
Maxim, de 3 años, murió el 21 de enero en un hospital. Realizado un examen pericial, las autoridades de Texas declararon que la muerte fue accidental y que el propio pequeño supuestamente se infligió una herida mortal. También afirmaron que en su organismo no fueron descubiertos fármacos psicotrópicos.
Anteriormente, el defensor ruso de los derechos del menor, Pável Astájov, afirmó basándose en unos testimonios que el niño fue apaleado fuertemente antes de morir y que su madre adoptiva le hacía ingerir preparados psicotrópicos.
El comisionado para los derechos humanos del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, Konstantín Dolgov, exigió a la parte estadounidense presentar sin dilaciones toda la documentación relacionada con la investigación de la muerte de Maxim, incluidos los resultados de la autopsia.
Dijo que tras estudiar esa documentación, las autoridades rusas harán su propia conclusión sobre las causas de la muerte del menor, para decidir sobre los futuros pasos en este asunto.
Astájov planea, además, estudiar el caso del menor Maxim Kuzmín con el embajador de EEUU en Rusia, Michael McFaul.