También en el siglo XXI, buena parte del territorio ruso va a experimentar “un calentamiento más notable que el global” aunque “variará, en gran medida, en función de las estaciones y la geografía, sobre todo, en Siberia y las regiones subárticas”.
El documento constata que “la velocidad del calentamiento en Rusia en este último decenio aumentó varias veces en relación con el siglo anterior” y que este proceso es “especialmente activo en las zonas del norte”.