El pueblo checheno conmemora este sábado la tragedia de su deportación a Asia Central y Siberia durante la Segunda Guerra Mundial, realizada por una orden de Stalin.
El presidente de la república caucasiana rusa de Chechenia, Ramzán Kadírov, firmó en 2010 un decreto por el que proclamó el 23 de febrero Día del Recuerdo Doloroso.
Según la orden que Stalin dio el 23 de febrero de 1944, los chechenos y los ingushes fueron deportados a Asia Central y Siberia bajo el pretexto de que sus representantes “cometían el delito de alta traición” durante la ocupación nazi del Cáucaso y antes habían organizado “levantamientos armados contra el poder soviético”.
La Autonomía Checheno-Ingushe fue suprimida. Los dos pueblos pasaron en destierro 13 años y empezaron a regresar a sus hogares solo después del 9 de enero de 1957, cuando la Autonomía fue restablecida por una disposición de Nikita Jruschov.
Según historiadores, en el período de deportación y destierro pereció más de la mitad del pueblo checheno.
Los chechenos y los ingushes fueron rehabilitados en abril de 1991, cuando la URSS promulgó la ley “De la rehabilitación de los pueblos sometidos a represión”.