Recordaré a Benedicto XVI sólo por su arrogante declaración hecha en Junio 2007 en Brasil, según la cual la evangelización de los pueblos nativos de América no había sido hecha por la fuerza, pues estaban esperando a Cristo. Al día siguiente, de regreso en Roma tuvo que reconocer que la evangelización que acompañó la Conquista, trajo "sufrimientos".
Al amnésico Papa, le habría hecho bien leer a Fray Bartolomé de las Casas, que relató algunas de las atrocidades cometidas por los conquistadores, en nombre del cristianismo. Váyase luego señor Papa, para olvidarlo luego.