El número de muertos a raíz de una potente explosión, que sacudió ayer el mercado de la ciudad pakistaní de Quetta, alcanzó los 81, informó hoy la policía local.
La explosión destruyó unas 60 tiendas. Decenas de personas quedaron bajo los escombros. Según el subjefe de la policía local, Wazir Khan, el artefacto fue escondido en una moto y detonado con un dispositivo de control remoto. La prensa local informa que fueron más de 100 kilógramos de explosivos.
Los socorristas continúan labores de desescombro. La policía no descarta que el número de muertos, entre ellos niños y mujeres, pueda aumentar dado que muchos de los heridos están críticos.
Ninguno de los grupos extremistas activos en Pakistán ha reivindicado por ahora la autoría del ataque.