Consecuencias de la caída del meteorito en Cheliábinsk

Un millar de personas resultaron heridas tras caer un meteorito en los Urales. Varias decenas de ellos, en su mayoría niños, tuvieron que ser hospitalizados. Dos tercios de las heridas fueron producidas por la rotura de cristales que provocó la onda expansiva.

El Ministerio del Interior afirmó haber localizado tres lugares donde cayeron fragmentos del “bólido de Cheliábinsk”, tal como se bautizó el meteorito.

Centenares de viviendas se quedaron sin gas en varias zonas de Cheliábinsk, después de que el suministro fue suspendido al activarse la alarma tras el impacto de la onda expansiva.

La onda expansiva rompió los cristales de muchos edificios y derrumbó un muro de una planta productora de zinc.

Las autoridades locales decretaron el estado de emergencia en ocho municipios más afectados por el suceso.

El presidente Vladímir Putin ordenó al Ministerio de Situaciones de Emergencia atender de urgencia a los damnificados.

Los destrozos causados por el fenómeno natural dispararon las ventas de algunos materiales de construcción, en primer lugar cristales, polietileno y ventanas prefabricadas.

La lluvia de meteoritos también dejó sin cristales las ventanas de los juzgados de Cheliábinsk, pero no alteró sus actividades.

La vecina región de Ekaterimburgo enviará a Cheliábinsk brigadas de albañiles con el material necesario para reparar los daños causados por la caída del meteorito. En la foto: estudiantes recogen cristales rotos en una calle de Cheliabinsk.

La provincia de Cheliábinsk fue la que se llevó la peor parte de la lluvia de meteoritos, aunque el fenómeno natural afectó también a las regiones de Tiumén, Kurgán y Ekaterimburgo, así como a algunas zonas del norte del vecino Kazajstán. En la foto: la fábrica de zinc en Cheliábinsk tras la caída del cuerpo celeste.