Miles de fans agresivos de fútbol provocan desórdenes masivos desde hace cuatro días en varias ciudades de Egipto, apoyando así la pena de muerte dictada a los culpables de la tragedia de Port Said.

Miles de fans agresivos de fútbol provocan desórdenes masivos desde hace cuatro días en varias ciudades de Egipto, apoyando así la pena de muerte dictada a los culpables de la tragedia de Port Said.

Al menos 32 personas murieron y 355 recibieron heridas a raíz de los choques sangrientos con agentes del orden público, según datos de última hora.

Las unidades militares introducidas en las ciudades egipcias escenario de desórdenes no consiguen normalizar la situación.

La ciudad de Port Said se puso de luto el domingo pasado. Decenas de miles de personas salieron a las calles para despedir a los 32 muertos en los choques con la policía.

El presidente de Egipto, Mohamed Mursi, impuso el estado de emergencia el domingo pasado en tres provincias del país: Port Said, Ismailía y Suez. Pero sus habitantes organizaron rondas nocturnas violando el toque de queda.

El presidente del país calificó las protestas como un intento de organizar la contrarrevolución y exhortó a sus rivales políticos a sostener el diálogo.

Un tribunal egipcio dictaminó el sábado pasado la pena de muerte a 21 culpables de la tragedia ocurrida hace un año en Port Said, que causó la muerte a más de 70 personas.

El 2 de febrero de 2012, más de 70 personas murieron y 254 quedaron heridas a raíz de las peleas masivas y la estampida humana que surgió a la salida del estadio de Port Said tras un partido de fútbol de dos equipos egipcios. Fueron abiertos expedientes penales contra 73 personas, incluidos 9 oficiales de la policía.
