EEUU seguirá apoyando a los activistas de la sociedad civil en Rusia, manifestó el viernes la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
“Mientras en Rusia haya activistas de la sociedad civil que necesitan nuestra ayuda, apoyo y conexión con las organizaciones de la sociedad civil en EEUU, les ayudaremos”, afirmó Nuland tras reconocer que tales activistas deberán trabajar acorde a las leyes locales.
Una normativa aprobada en Rusia en respuesta al Acta Magnitski, prohíbe a partir de este enero la actividad de las ONGs que reciben financiación desde EEUU y se dedican a la política o desarrollan actividades que ponen en peligro los intereses nacionales.
En general, Nuland aseguró que Washington continuará su labor con Moscú en todas las áreas posibles en que haya interés por cooperar, ya se trate de temas bilaterales, regionales o globales.
“Pero también hablaremos sin tapujos cuando tengamos discrepancias, y las hay, ya sea sobre la soberanía y la integridad territorial de Georgia, sobre los derechos humanos o sobre Siria”, señaló.
La portavoz expresó la “profunda preocupación” de Washington por un proyecto de ley, aprobado el viernes en primera lectura, que impone multas por la propaganda homosexual entre menores Rusia. Nuland comentó que esta normativa “restringe fuertemente la libertad de expresión y reunión para lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero y, en realidad, para todos los rusos”.
La víspera, el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, subrayó en una entrevista con la revista estadounidense The National Interest que Rusia es un país democrático que comparte valores comunes con el mundo, pero también un país que resolverá todos sus problemas internos sin tolerar ninguna injerencia exterior.
