El presidente de EEUU, Barack Obama, prorrogó la suspensión de parte de la Ley Helms-Burton que somete a represalias legales a compañías extranjeras que negocien con “propiedades confiscadas” a estadounidenses por el Gobierno de Cuba.
“He decidido e informo al Congreso que prorrogo por seis meses la suspensión de la Ley (Helms-Burton) a partir del 1 de febrero de 2013 en beneficio de los intereses de EEUU y para acelerar la transición a la democracia en Cuba”, dice la carta de un solo párrafo enviada a los presidentes de los Comités de Asignaciones y de Relaciones Exteriores en ambas cámaras del Congreso.
La ley sanciona a empresas extranjeras que hacen negocios en Cuba; permite entablar demandas contra compañías o personas que usen “bienes expropiados” por el Gobierno cubano a ciudadanos o empresas estadounidenses, y niega el ingreso en EEUU de directivos de esas empresas.
La cláusula, que forma parte del capítulo III de la Ley Helms-Burton, aprobada en 1996 para reforzar el embargo unilateral impuesto por Estados Unidos a Cuba en 1962, fue suspendida por primera vez en 1997 y desde entonces no volvió a regir.
La citada Ley, nombrada así por sus promotores republicanos, el senador Jesse Helms y el representante Dan Burton, fue promulgada tras el derribo, por parte de aviones de la Fuerza Aérea de Cuba, de dos avionetas del grupo “Hermanos al Rescate”, incidente que provocó el aumento de la histeria anticubana por parte de los sectores más recalcitrantes en ese país, con una importante repercusión en los medios de prensa.