Miles de pakistaníes convocados por el clérigo Tahir-ul-Qadri se manifestaron hoy, por tercer día consecutivo, en las calles de Islamabad para exigir la dimisión inmediata del actual Gobierno, la disolución del Parlamento y de las asambleas provinciales, y la convocatoria de elecciones anticipadas.
“El Gobierno debe tomar una decisión para esta noche”, advirtió Qadri, repatriado en diciembre de 2012 desde Canadá donde vivió durante siete años. El clérigo, citado por la prensa pakistaní, afirmó que “no podemos tolerar más la corrupción en el país” y que se requiere “verdadera democracia”.
A pesar de que Qadri dice tener millones de seguidores, las autoridades calculan que la protesta de hoy, aun siendo la mayor de los últimos años en Islamabad, reunió entre 25.000 y 50.000 personas.
La víspera, la Corte Suprema de Pakistán ordenó la detención del primer ministro Raja Pervez Ashraf, supuestamente implicado en casos de corrupción durante el ejercicio de su anterior cargo, de titular de Agua y Energía.