Un monumento a Iósif Stalin fue reabierto en la localidad georgiana de Akura, en el este del país caucásico, en el marco de la política de las nuevas autoridades que devuelven a su lugar diversos monumentos del líder soviético, retiradas en su momento por encargo del anterior Gobierno.
El busto de Stalin en Akura fue desmantelado hace unos años y guardado todo ese tiempo en casa de uno de los vecinos de la localidad.
Tras el cambio de Gobierno en Georgia, en octubre de 2012, las nuevas autoridades autorizaron la reapertura del monumento, que previamente fue restaurado gracias a las donaciones de los habitantes de Akura.
“Hemos devuelto el busto, porque la historia es imborrable. Independientemente de que si era un personaje bueno o malo, forma parte de nuestra historia. Y era georgiano. Hoy en día, con el Gobierno que tenemos, podemos permitirnos poner un monumento a Stalin”, dijo un lugareño a la prensa georgiana.
Hace poco, otra estatua de Stalin con una historia similar “regresó” a la aldea georgiana Zemo Alvani.
El anterior Gobierno de Georgia argumentaba la decisión sobre el desmantelamiento de los monumentos a Stalin con la imposibilidad de rendir homenaje al artífice de la “ocupación soviética” en un país donde existe un Museo de la Ocupación Soviética.