Las autoridades rusas advirtieron hoy al exministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, de que su renuencia a cooperar con los instructores que investigan corruptelas en el departamento militar, podría ser interpretada como obstrucción de justicia.
El portavoz del Comité nacional de investigaciones, Vladímir Markin, reconoció que Serdiukov, como cualquier ciudadano, “está en su derecho de escoger una línea de actuación en un caso penal y ha escogido esta”. “Es, sin duda, legítima pero cuando menos desconcertante (…) En la situación actual, la postura del exministro de Defensa podría interpretarse como deseo de obstruir la investigación”, dijo.
El funcionario agregó que la condición de Serdiukov, quien de momento figura como testigo en el llamado ‘caso Oboronservis’, podría cambiar.
El exministro volvió a comparecer este jueves ante los instructores e igual que en la primera ocasión, el pasado 28 de diciembre, rehusó contestar a las preguntas alegando su derecho constitucional de no declarar contra sí mismo.
El abogado Guénrij Padva, quien le acompañaba esta vez, señaló entretanto que su cliente dio “explicaciones detalladas y exhaustivas”. Al mismo tiempo dijo que el exministro prestó declaraciones “hasta el grado que creyó posible”. Por ahora se ignora la fecha del interrogatorio siguiente.
El ‘caso Oboronservis’ incluye varios episodios, la mayoría, relacionados con la venta de terrenos, inmuebles y títulos pertenecientes al departamento militar. Dos de los acusados, según el diario Izvestia, afirmaron que Serdiukov en persona daba instrucciones directas para realizar transacciones dudosas que causaron al Estado un daño de miles de millones de rublos.
Serdiukov fue destituido del cargo el pasado 6 de noviembre, varios días después de los primeros registros que se llevaron a cabo en el marco de la investigación.