Cuatro diputados de la Duma de Estado de Rusia informaron hoy de planes para prohibir el trabajo en la televisión estatal a periodistas extranjeros que desacreditan el país o sus instituciones públicas, reveló hoy la prensa.
En una carta enviada al reconocido periodista, Vladimir Pozner, con ciudadanía rusa, estadounidense y francesa, los diputados destacaron que llegó el momento de impedir que periodistas extranjeros utilicen los canales de televisión financiados por el Estado para denigrar o utilizar expresiones indebidas contra las entidades públicas del país.
Se trata de un juego de palabras que Pozner usó al cierre de uno de sus programas el pasado 23 de diciembre para calificar a la Cámara de Diputados de “tonta”.
En esa ocasión tras criticar la “Ley Dima Yákovlev” que prohíbe a familias estadounidenses adoptar niños rusos, el periodista en la parte final de su programa dijo: “la manera de pensar que muestra la dura, ¡oh!, lo siento, me equivoqué, quise decir la Duma, sorprende”.
Resulta que la palabra Duma (Cámara Baja del parlamento ruso) suena muy parecido a la palabra en ruso “dura” que al español se traduce como “tonta”.
Esto indignó a los parlamentarios del país eslavo quienes ponen en tela de juicio las disculpas del reconocido periodista debido al tono y modo sarcástico que se observó en él al explicar el “error” cometido frente a las cámaras.
Los diputados Andrei Lugovoi, del Partido Liberal Democrático de Rusia (LDPR); Mijaíl Starschinov, de Rusia Unida (RU); Oleg Denisenko, del Partido Comunista de Rusia; y Igor Zolotov, de Rusia Justa (RJ), consideran que las declaraciones del periodista “ofenden al parlamento ruso” y desacreditan al Estado.
No obstante, los parlamentarios destacan que respetan el derecho constitucional de cada ciudadano a la libertad de expresión, fomentan la independencia y libertad creativa de los periodistas, pero consideran inaceptable que abusen de estos principios en su actividad profesional.
La víspera el Consejo de la Federación (Senado ruso) aprobó por unanimidad la llamada “Ley Dima Yákovlev” que prohíbe a ciudadanos de EEUU adoptar niños rusos.
El documento fue aprobado por los 143 senadores y ahora, para entrar en vigor, deberá ser firmado por el presidente Vladímir Putin.
La citada ley fue duramente criticada por los sectores liberales en Rusia, principalmente por ser una represalia contra el Acta Magnitski, la ley estadounidense que deniega visados a funcionarios rusos, que a juicio de las autoridades de EEUU, están implicados en violaciones de derechos humanos en Rusia.