Una forma especial de las mandíbulas, una dentadura resistente y unos músculos vigorosos permiten a las pirañas morder con una fuerza que supera 30 veces su peso, comunicó hoy la revista Scientific Reports.
Un equipo de biólogos dirigido por Justin Grubich, de la Universidad de El Cairo, midió la fuerza del mordisco de las pirañas negras (Serrasalmus rhombeus) y calculó a partir de este dato la fuerza de sus antecesoras, las megapirañas del Paraná Megapiranha paranensis) que medían más de 70 centímetros y pesaban hasta 10 kilos.
Una piraña negra es capaz de morder con una fuerza de 320 néwtones. El mordisco de un cocodrilo de peso equiparable habría sido tres veces más débil. En el caso de las megapirañas, la fuerza máxima variaría entre 4.800 y 10.000 néwtones, resultado comparable al de los cocodrilos modernos a pesar de la enorme diferencia de peso entre ambas especies.
Según los investigadores, las megapirañas podían perforar fácilmente con sus dientes la escama de los peces acorazados y arrancar un fragmento de un centímetro de grosor del hueso de una vaca.