Ocho naciones integradas en el Consejo Ártico urgieron hoy a la comunidad internacional a tomar medidas para la reducción de emisiones del negro de carbón y los gases de efecto invernadero con el objetivo de frenar el calentamiento del clima en el Ártico.
“Estas acciones urgentes podrían potenciar el esfuerzo general con el fin de reducir sustancialmente las emisiones de gases de invernadero y limitar a menos de dos grados Celsius la subida de la temperatura global, evitando así cambios potencialmente irreversibles en el Ártico y en el clima global”, consta en una declaración divulgada por el Consejo Ártico.
Este organismo, que integra a Canadá, Dinamarca, EEUU, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia, recordó que la extensión de los hielos marinos en el Ártico alcanzó el mínimo histórico el pasado mes de septiembre, y que las temperaturas récord del verano en Groenlandia aceleraron a una velocidad sin precedentes la desaparición de los hielos de superficie.
“Estamos presenciando el efecto que los cambios en el estado de la nieve y del hielo en el Ártico tienen sobre el sistema climático global, y hay recelos fundados de que el calentamiento en el Ártico sea un detonante para el deshielo y el calentamiento global”, advierte la declaración.
El cambio climático en el Ártico debe ser objeto de preocupación mundial, pues altera notablemente las condiciones del agua, la nieve, el hielo y el permafrost en esta región repercutiendo en la biodiversidad, ecosistemas y condiciones de vida tanto en el Ártico como a escala global.
