El empresario ruso Alexander Perepilichni, uno de los testigos clave del “caso Magnitski”, falleció en la localidad de Weybridge, en el norte de Inglaterra, en circunstancias que no han sido esclarecidas, informó el diario británico The Independent.
Aunque Perepilichni, de 44 años, fue encontrado sin vida en su mansión de lujo hace dos semanas, su muerte no se ha hecho pública hasta ahora, señala el rotativo. La autopsia practicada al cadáver del empresario, que al parecer gozaba de buena salud, no arrojó luz sobre la causa del fallecimiento
De acuerdo a los datos de The Independent, hace tres años Perepilichni solicitó asilo político en el Reino Unido. Era un próspero hombre de negocios que, según se cree, estuvo vinculado durante un tiempo con el denominado “grupo de Kliúev”, una banda de crimen organizado implicada en varios delitos fiscales a gran escala.
Tras romper con este grupo que, según medios británicos, también estaba implicado en la sonada muerte del abogado Serguéi Magnitski, Perepilichni accedió a prestar declaraciones en su contra, convirtiéndose en un testigo clave.
Serguéi Magnitski, de 37 años y abogado del fondo de inversiones Hermitage Capital Management, murió en noviembre de 2009 tras ingresar en prisión preventiva bajo cargos de evasión fiscal. El propio letrado siempre rechazó las acusaciones, sosteniendo que era una venganza por denunciar una trama de corrupción en la agencia tributaria.
Su muerte, que supuestamente se produjo por falta de asistencia médica, tuvo una gran repercusión mediática tanto en Rusia como en Occidente. El Consejo Presidencial de Derechos Humanos y Sociedad Civil concluyó en un informe que el abogado pudo haber sido agredido poco antes de morir.
A principios de 2011, la Fiscalía de Suiza abrió una investigación por presunto blanqueo de decenas de millones de dólares robados al fisco ruso a través del banco Credit Suisse. Según abogados de Hermitage Capital, era el trama que intentó denunciar Magnitski y en el que también estaba implicado el “grupo de Kliúev”.