Irak exige que la división petrolera del grupo ruso Gazprom cancele sus contratos con el Gobierno Regional de Kurdistán o abandone la explotación del campo petrolero de Badra, informó hoy Faisal Abdullah, portavoz del viceprimer ministro iraquí para asuntos energéticos.
Abdullah, citado por AFP, dijo que el Gobierno iraquí envió a Gazprom una carta a este respecto pidiendo respuesta oficial.
La empresa Gazpromneft, división petrolera de Gazprom, adquirió en agosto pasado una participación en dos bloques petroleros gracias a un contrato directo con el Gobierno Regional de Kurdistán.
Las reservas de estos bloques, Shakal y Garmian, se calculan en 3.600 millones de barriles.
La empresa rusa siguió el ejemplo de sus rivales extranjeras, como Exxon y Total, pero su decisión provocó la irritación del Gobierno central en Bagdad que disputa con las autoridades de Kurdistán los ingresos petroleros.
“El contrato (con Kurdistán) no es legal”, declaró Abdullah. “En la misma situación se verán todas las empresas que trabajan en Irak porque cualquier contrato energético ha de ser aprobado por el Gabinete y el Ministerio del Petróleo”.
Gazpromneft también tiene una participación del 30% en el campo petrolero de Badra, cuyas reservas rondan 3.000 millones de barriles y en el que coopera con la truca TPAO, la surcoreana Kogas y la malaya Petronas.
Portavoces de la empresa rusa rehusaron de momento comentar la situación.