No solamente los moscovitas ricos escondían tesoros en el siglo XVII, lo hacía mucha gente, dijo hoy a los periodistas el primer arqueólogo de Moscú, Leonid Kondrashov, al inaugurar una exposición dedicada al Día de la Unidad Nacional y el fin de la Época de Revueltas en Rusia (4 de noviembre).
“En cuanto la situación se desestabilizaba, aumentaba el número de tesoros escondidos, pero disminuía el de monedas que contenían. Pues tanto los ricos como los pobres procuraban salvar sus ahorros”, explicó.
Muchos de esos tesoros quedaron en escondites para siempre, porque las revueltas se cobraban muchas vidas.
El tamaño de las monedas reflejaba el empeoramiento de la situación económica: a inicios del siglo XVII eran más grandes que a su ocaso.
La exposición “Siglo XVII. Moscú en la Época de Revueltas” inaugurada este jueves en Gostini Dvor, parte céntrica de la capital, estará abierta del 1 de noviembre de 2012 al 30 de enero de 2013.
Son unos artefactos únicos hallados durante las excavaciones arqueológicas realizadas en Moscú: el badajo de una campana que tocaba movilizando a los moscovitas a luchar contra los invasores, armas de los arcabuceros y de las milicias populares, objetos de culto, utensilios, etc.
