La Asamblea Popular Nacional de China destituyó hoy al exalcalde de Chongqing, Bo Xilai, quien a partir de ahora se enfrentará a un proceso penal por corrupción, informó este viernes la agencia Xinhua.
La decisión del Parlamento chino se produce apenas un mes después de que el alto cargo caído en desgracia fuera expulsado del Partido Comunista chino debido a “faltas disciplinarias graves”. Se prevé que el juicio contra Bo se celebre antes del comienzo del próximo congreso de la formación que arrancará el 8 de noviembre en Pekín.
Hasta ahora, el político ha sido objeto solo de investigaciones internas del partido. Según reveló una de ellas, llevada a cabo por la Comisión Central de Control Disciplinario, Bo Xilai habría cometido abusos de poder, aceptado sobornos personalmente y a través de sus familiares y utilizado su cargo en beneficio personal.
Los expertos auguraban hasta hace poco un futuro muy prometedor para Bo Xilai, uno de los líderes chinos más carismáticos que se ganó la fama en Chongqing y todo el país como un implacable luchador contra la corrupción.
También se desempeñó como primer edil de Dalián (1992-2000) y jefe del Gobierno de la provincia de Liaoning (2000-2004).
No obstante, su brillante trayectoria sufrió un inesperado revés, cuando a mediados de abril fue expulsado del Buró Político y del Comité Central de la formación.
Al mismo tiempo, la Justicia china inició sendas investigaciones contra su esposa, Gu Kailai, y el ex jefe de la Policía de Chongqing, Wang Lijun, la “mano derecha” de Bo en la cruzada anticorrupción.
Este último recibió el pasado lunes una pena de 15 años de prisión por cargos de abuso de poder, deserción y corrupción, mientras que la esposa de Bo fue condenada a muerte por asesinar a un empresario británico por desacuerdos económicos.