Los empresarios rusos, detenidos en EEUU bajo sospecha de exportación ilegal de componentes microelectrónicos para el sector de Defensa de Rusia, son presionados para que se declaren culpables a cambio de una pena menor, declaró hoy el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov.
Riabkov criticó al tribunal de Houston, el primero en manejar el “dudoso caso”, por negar la libertad bajo fianza a los cuatro rusos procesados, incluso para las mujeres, Victoria Klebánova y Anastasia Diátlova, que “tenían que dormir en el suelo por hacinamiento carcelario”.
“Da la impresión que, por no tener pruebas contundentes contra nuestros compatriotas, les mantienen bajo custodia como medida de presión psicológica, para conseguir la llamada calificación mutuamente aceptada, o en caso contrario les condenarán a unas penas de cárcel astronómicas”, dijo.
El “caso de exportaciones” estalló el pasado 3 de octubre cuando la FBI informó sobre el arresto de ocho personas bajo sospecha de suministros ilegales de altas tecnologías a Rusia. Se les incrimina la exportación de unos componentes microelectrónicos “sujetos a rigurosos controles gubernamentales por su posible uso militar” para agencias de inteligencia y militares del país eslavo.
Cuatro de los arrestados, Alexandr Fishenko, director de la empresa Arc Electronics con sede en Houston, Victoria Klebánova, Alexandr Posobilov y Anastasia Diatlova, poseen documentos de identidad de EEUU y de Rusia. La cancillería rusa los reconoció como ciudadanos de Rusia y prometió apoyo en el proceso judicial.
Este lunes, el Tribunal Federal de Brooklyn del Distrito Este de Nueva York presentó cargos oficiales contra Klebánova por exportación ilegal de altas tecnologías a Rusia. Fishenko y Diátlova también fueron llevados a la sala de audiencias, pero los cargos se les presentarán más tarde debido a que tienen abogados de oficio.
Anteriormente, uno de los abogados comunicó que la Fiscalía de Brooklyn propuso a los rusos que se declararan culpables a cambio de unas penas menores: 10-12 años de cárcel para Fishenko, 9-11 años para Posobílov y 6,5-8 años para Klebánova, los tres supuestos “organizadores de una trama criminal”, según las autoridades estadounidenses, para la exportación ilegal de las tecnologías de doble uso a Rusia.
Si rehúsan declararse culpables, pero son reconocidos como tales por el jurado, se enfrentarán a cadena perpetua. Anteriormente, los cuatro rusos se declararon inocentes ante el juez.