A principios de agosto, el cohete propulsor ruso Proton-M equipado con el bloque acelerador Briz-M, despegó desde el cosmódromo de Baikonur para poner en órbita dos satélites rusos Express-MD y uno indonesio, Telcom-3.
Desafortunadamente, un fallo del acelerador impidió colocar los satélites en la órbita programada.
El acelerador Briz-M mide 4 metros de diámetro y 2,65 metros de altura. Sus tanques de combustible tienen una capacidad total de casi 20 toneladas y una gran parte de este combustible se ha conservado.
Los expertos de la NASA consideran que dentro de un año o dos, el acelerador puede explotar generando centenares de fragmentos que representarán peligro para los satélites.
Casos similares ya ocurrieron en 2007 y 2011, cuando en la órbita estallaron dos bloques aceleradores del mismo tipo.