La prensa oficiosa de Siria reafirmó esta semana que hay mercenarios de Chechenia y Afganistán en el bando de los insurgentes que luchan contra el régimen de Bashar Asad.
“Varios terroristas chechenos y afganos fueron eliminados en el vecindario de Ziraha de la ciudad de Qusseir”, en la provincia de Homs, informó el martes la agencia gubernamental de noticias siria SANA.
Qusseir se sitúa al sur de la ciudad de Homs, cerca de la frontera con el Líbano. Durante largo tiempo, los rebeldes mantuvieron bajo control varias localidades de esta zona y usaron sus carreteras para transportar armas y combatientes desde el territorio libanés a Homs.
No es la primera vez que los medios sirios denuncian la presencia de mercenarios chechenos del lado de los insurgentes. El dirigente de Chechenia, Ramzán Kadírov, siempre desmintió en términos categóricos estas noticias.
En agosto pasado, el hijo de un famoso guerrillero checheno murió en un bombardeo aéreo en Alepo, lo que dio origen a los rumores de que islamistas norcaucásicos participan masivamente en la yihad contra Bashar Asad.
El colaborador del Centro Carnegie de Moscú, Alexei Malashenko, comentó al respecto que en Siria podrían estar algunos “aventureros” venidos de Chechenia pero su número es estadísticamente insignificante.
En Siria existe una importante comunidad norcaucásica, de unas 100-150 mil personas, que procura mantener la neutralidad en el conflicto que estalló en marzo del año pasado.
Según la ONU, el conflicto en Siria causó desde entonces más de 20.000 muertos; la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que monitorea su evolución desde Londres, estima el número de las víctimas en al menos 30.000.