Varios centenares de activistas de la oposición rusa acudieron este domingo a una manifestación en Moscú con motivo del aniversario del fallido golpe de Estado de 1991 contra Mijaíl Gorbachov y su Perestroika.
El acto, organizado por varios partidos opositores y ONGs, tuvo lugar frente a la llamada Casa Blanca, actual sede del Gobierno ruso, que en 1991 albergaba al Parlamento ruso y se convirtió en el centro de la resistencia antigolpista.
El mitin arrancó con un minuto de silencio por los tres miembros de la resistencia muertos en enfrentamientos con el Ejército.
Los manifestantes aprobaron una declaración en la que pidieron “poner en libertad a los presos políticos y condenados injustamente”. Entre estos últimos, los autores del documento incluyeron a las tres integrantes del grupo feminista Pussy Riot, sentenciadas el pasado viernes a dos años de cárcel por realizar una “oración punk” en la Catedral de Cristo el Salvador de Moscú.
En la madrugada del 19 de agosto de 1991, un grupo de altos cargos del Partido Comunista y del Gobierno intentó destituir al entonces presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, y acabar con sus reformas políticas conocidas como “Perestroika”.
Borís Yeltsin, presidente de Rusia que entonces era una de las 15 repúblicas de la URSS, se puso al frente de la resistencia antigolpista y asumió la dirección del país, consiguiendo que las fuerzas de seguridad se pasaran a su lado y haciendo fracasar el golpe de Estado tres días más tarde.