Las tropas del Gobierno sirio tomaron el control de la carretera que conduce al aeropuerto internacional de la ciudad de Alepo, hasta ahora tiroteada por ambos flancos por los rebeldes, informaron medios sirios.
Según estas informaciones, el “Ejército sirio despejó zonas adyacentes a la carretera del aeropuerto expulsando a los terroristas armados”.
Entretanto, el barrio de Saif al Dawla de Alepo sigue siendo el principal escenario de combates entre las tropas gubernamentales y la oposición armada. El Ejército también intenta hacerse con el control definitivo de varias zonas de la ciudad.
La ofensiva contra Alepo, la segunda mayor ciudad de Siria y su capital económica, se desarrolla desde finales de julio. Según afirmó la víspera el canciller sirio, Walid Muallem, el hecho de que la operación no haya concluido aún se debe a que el Ejército recibió la orden de procurar evitar daños a la población civil y a la infraestructura de Alepo.
Esta táctica hace mermar las esperanzas de la oposición de contar con una mayor ayuda de Occidente que podría llegar en caso de importantes víctimas entre la población civil y grandes daños materiales a raíz de la ofensiva del Ejército, opinó en declaraciones a RIA Novosti Timur Goksel, profesor de la Universidad Americana de Beirut y ex portavoz y asesor de la Fuerza Provisional de la ONU para el Líbano.
“Al obligar a las tropas del Gobierno a combatir en Alepo, la oposición siria, por un lado, esperaba recibir una mayor ayuda de Occidente en forma de una intervención directa en caso de que la ciudad sufriera grandes daños y entre la población hubiera muchas víctimas. Pero esto no ha sucedido”, aseveró.
El experto también subrayó que los rebeldes vieron frustrada en Alepo su otra esperanza, la de que la población local se uniera a sus filas, algo que tampoco ha ocurrido, indicó.
Entretanto, la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, advirtió en una entrevista con la cadena rusa RT de que la situación humanitaria en Siria empeora y que el número de los que necesitan ayuda internacional se ha duplicado desde el pasado mes de marzo y alcanza ya los 2,5 millones de personas.
Según Amos, también aumenta el número de afectados por los cada vez más frecuentes combates, por lo que se debe poner fin a la violencia en el país para la gente pueda regresar a sus casas y empezar a recuperar su economía doméstica.
Además, la responsable de Asuntos Humanitarios de la ONU expresó preocupación por la insuficiente cosecha de este año en Siria, lo que en parte se debe a que los agricultores sirios no pueden dedicarse a su labor a causa de la situación en el país.
“Como consecuencia, los alimentos subirán de precio. Todos estos factores tendrán efectos a largo plazo para el país”, resumió Amos.
Según estimaciones de diversas ONGs, los enfrentamientos entre el Ejército sirio y la oposición armada han causado en Siria entre 17.000 y 20.000 muertos desde el inicio del conflicto en marzo de 2011.
Por su parte, el Gobierno del país informa sobre unos 8.000 muertos y afirma que sus tropas se enfrentan a milicias fuertemente armadas que reciben apoyo desde el exterior.