La peluca de Snape y otros secretos cinematográficos de “Harry Potter”

Los estudios de cine Leavesden, donde se rodaron todas las películas de Harry Potter, se encuentran en un antiguo aeródromo. En este hangar se fabricaron aviones militares durante la II Guerra Mundial, y posteriormente, motores aeronáuticos de la marca Rolls-Royce.

Había un solo hangar en el año 2000, cuando los productores decidieron instalar aquí estudios de cine para llevar al celuloide la célebre novela de J. K. Rowling. Dentro aún se guardan los decorados y accesorios de la primera película de la saga.

Las mesas cubiertas en el aula magna del Colegio de magia y hechicería Hogwarts aguardan a los pupilos.

No hay techo porque en su lugar se pusieron velas flotando en el aire. Las velas eran reales pero los hilos que las sujetaban se eliminaron luego en ordenador.

En una sala del colegio Gryffindor se exhiben los trajes que usaron durante el rodaje Emma Watson, Daniel Radcliffe y Rupert Grint.

En esta tienda de recuerdos se vende el equipamiento completo para el juego de Quidditch.

A diferencia de los parques temáticos, los estudios Warner Bros presentan decorados, vestuario y objetos originales. Un recorrido por el local, además de entretenido, permite conocer cómo se producen las películas con efectos especiales de este nivel.

Uno puede ver en detalle el muñeco del elfo doméstico de Dobby. El muñeco fue grabado en numerosos episodios y animado con efectos visuales en la fase de posproducción.

La peluca que Alan Rickman usó para interpretar al profesor Severus Snape.

Uno puede revivir aquí el ambiente de la saga cinematográfica de Harry Potter y hasta mirar los escaparates de riendas en el callejón Diagon.

Una parte de la exposición se ubica en la calle. El diseñador Stuart Craig se inspiró en una aldea del condado de Suffolk para construir la casa natal de Harry Potter.

El Autobús Noctámbulo que transporta a los magos perdidos o en apuro.

El mayor atractivo es una réplica del castillo de Hogwarts, 16 metros de diámetro. El modelo, en el que trabajaron 86 artistas, apareció en todas las películas de la saga. El día y la noche se alternan aquí cada cuatro minutos, y las antorchas encendidas en las torres dan la impresión de que hay inquilinos dentro.

La última sala es una tienda de varitas mágicas. Cada estuche lleva inscritos los nombres de actores y creadores de las películas.

Una escoba voladora puede transportarle a uno a casa por apenas 25 libras esterlinas.