Todas las viviendas destruidas por la fuerte inundación en Krimsk, sur de Rusia, serán reconstruidas para mediados de noviembre, declaró hoy el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
El mandatario ruso hizo esta declaración en el balneario ruso Gelendzhik, donde se reunió con un grupo de mujeres embarazadas que fueron afectadas por las recientes riadas en el vecino Krimsk.
Putin prometió a las futuras madres, que fueron alojadas en una casa de descanso, que sus nuevos hogares “serán mucho mejores” que los antiguos.
“Para mediados de noviembre, todas las viviendas destruidas por las inundaciones serán reconstruidas sobre un terreno nuevo y las personas que perdieron sus casas podrán recibir nuevos apartamentos”, dijo Putin al tiempo de añadir que para ese fin también están disponibles viviendas del Ministerio de Defensa, donde los primeros inquilinos podrán entrar en cuestión de dos semanas.
Las inundaciones del pasado 7 de julio causaron daños a las ciudades de Guelendzhik, Krimsk y Novorossiysk, así como a varios poblados de la región de Krasnodar. También afectaron los suministros de agua, gas y electricidad, así como el tráfico automovilístico y ferroviario, y causaron la muerte de 171 personas. Casi 4.000 personas, 400 de ellas con lesiones graves, solicitaron asistencia médica.