Patriarca ruso Kiril visita la ciudad de Krimsk afectada por la inundación

El patriarca de Moscú y toda Rusia, Kiril, visitó la ciudad de Krimsk (Territorio de Krasnodar, sur del país) afectada por la inundación.

El patriarca Kiril dedicó un oficio divino fúnebre a los fallecidos. Rezó por los heridos y todos los afectados por la desastrosa inundación.

Cerca de una iglesia que quedó indemne en la ciudad fue desplegado un centro de ayuda de la Iglesia a los damnificados. Allí se reunieron los sacerdotes de la diócesis local, los habitantes de Krimsk y los voluntarios que ayudan a liquidar las consecuencias de la calamidad natural.

El patriarca Kiril pidió a los sacerdotes ortodoxos de Krimsk rezar a diario por los fallecidos a causa de la inundación. Entregó la Orden de San Demetrio del Don a la viuda del teniente coronel del Interior, Viacheslav Gorbunov, que pereció en Krimsk al salvar a la gente. En la foto: El patriarca de Moscú y toda Rusia, Kiril, bendice a Oksana Gorbunova, viuda del oficial de policía Viacheslav Gorbunov.

El patriarca Kiril entregó condecoraciones a varios sacerdotes de Krimsk, incluido el hierofante Alexandr Karpets, superior de la iglesia de San Miguel Arcángel. En la noche de la inundación, este sacerdote de 27 años acompañado por dos feligreses salvó a 50 personas, al subirlas a bordo de una lancha neumática.
En la foto: Patriarca de Moscú y toda Rusia, Kiril, en la parte de altar de la iglesia de la Virgen de Kazan de Krimsk.

En la noche del 7 de julio, una fuerte crecida del agua inundó 7.200 casas en tres ciudades (Guelendzhik, Krimsk y Novorrossiisk) y varios poblados del Territorio de Krasnodar. Fueron interrumpidos el funcionamiento de los sistemas de suministro de energía, gas y agua y la circulación del transporte automovilístico y ferroviario.
En unas redes sociales aparecieron noticias de que los sacerdotes no prestan ninguna ayuda a la población y se niegan a oficiar gratis la misa del cuerpo presente. La Iglesia Ortodoxa Rusa refutó esa información señalando que se trataba de una calumnia. Dijo que desde los primeros días de la tragedia la Iglesia empezó a prestar ayuda moral y material a los afectados y envió ayuda humanitaria en volumen considerable a los distritos inundados.