El presidente ruso Vladímir Putin reafirmó hoy el rumbo a la privatización de las empresas del sector energético en Rusia aunque pidió tener en cuenta su contribución a la economía nacional.
“El Estado seguirá su rumbo a la privatización de las empresas públicas (…) desde luego, tomando en cuenta la contribución especial del ramo energético al presupuesto y a los temas de seguridad”, declaró Putin al intervenir este martes en una reunión sobre el desarrollo de este sector.
El presidente recordó que Rusia ya liberalizó en grado considerable su política en esta materia: inversores extranjeros controlan actualmente un 25% de la industria rusa de combustible y energía. “No en todos los países, en que el sector energético tiene tanto protagonismo en la economía, se observa semejante situación”, constató.
Se solidarizó con el planteamiento de que Rusia necesita fomentar tecnologías punteras para depender menos de hidrocarburos pero al mismo tiempo señaló que “la moderna industria del petróleo y el gas es un sector de altas tecnologías”.
El programa nacional de privatizaciones aprobado en junio pasado prevé que el Estado ruso venderá para 2016 la totalidad de sus participaciones en varias empresas energéticas, entre ellas, Zarubezhneft, RusHydro, Rosneft e Inter RAO EES, y reducirá hasta el 75% más una acción su participación en Transneft.