La violencia sexual o física experimentada en la infancia puede provocar obesidad en las mujeres durante la edad adulta, afirman investigadores de la Escuela de Medicina y el Centro de Epidemiología de la Universidad de Bostón, Estados Unidos.
“La violencia en los niños puede tener consecuencias negativas en su salud y su capacidad para resolver situaciones difíciles, lo que puede llevar a un fuerte aumento de su peso corporal en el futuro”, declaró la jefa de la investigación, la doctora Renee Boynton –Jarrett.
La doctora afirmó que los trastornos metabólicos y hormonales pueden ser una señal de que en la infancia hubo problemas.
"El descubrimiento de la relación entre el abuso precoz y los trastornos de peso en la vida adulta ayuda a prevenir la obesidad y favorece el tratamiento de estos pacientes", señaló la investigadora.
La investigación que se basó en estudios globales sobre la salud de las mujeres durante el periodo 1995- 2005, que incluían datos de mujeres de origen afro americano, analizó los casos de 33 mil mujeres que se habían enfrentado a violaciones en su infancia.
Las participantes fueron evaluadas en base a dos parámetros de obesidad, el índice de la masa corporal y la medida de su cintura. En ambos parámetros, el riesgo de obesidad fue 30% mayor en las mujeres que habían sufrido algún tipo de abuso en comparación con las participantes que no habían pasado por estos casos.
Los embarazos, la dieta, la actividad física y la depresión, que también pueden influir en el aumento de peso en las mujeres adultas no fueron incluidos en el estudio.
Los investigadores se mostraron seguros de que con sus hallazgos se demostró una vez más que los acontecimientos que ocurren en la infancia tienen consecuencias a largo palazo en la salud de los hombres.
