El portavoz de la cancillería rusa, Alexandr Lukashévich, reprochó hoy a la OTAN los intentos de reanimar la llamada “amenaza del Este”.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo la víspera que Rusia malgastaría sus recursos, si emplazara sistemas de misiles tácticos en sus fronteras occidentales para contrarrestar el despliegue del escudo antimisil estadounidense en Europa.
El canciller de Letonia, Edgars Rinkevics, manifestó por su parte la preocupación de Riga ante “el incremento del contingente militar, la modernización y el despliegue de armas cerca (de las fronteras), en la región (rusa) de Kaliningrado”.
Lukashévich calificó de “infundados” estos recelos y afirmó que, en gran medida, “obedecen a los intentos de algunos miembros de la Alianza de reanimar la llamada ‘amenaza del Este’ propia del período de la Guerra Fría”.
Semejante planteamiento, según él, no se corresponde con la anunciada disposición de elevar las relaciones con Rusia al nivel de cooperación estratégica.
También recordó que Rusia denunció en reiteradas ocasiones la continua modernización y desarrollo de infraestructuras militares de la OTAN cerca de sus fronteras.