Científicos de la Escuela Politécnica de Lausana, Suiza, descubrieron en la leche un ingrediente capaz de proteger a los seres humanos de la obesidad hasta en el caso de consumir alimentos de muchas calorías, informó la revista Cell Metabolism.
“Este ingrediente forma parte de un alimento que cada uno de nosotros consume desde el primer día de su vida”, dijo el profesor Johan Auwerx, quien dirigió dichos estudios.
Los científicos identificaron esa sustancia como nicotinamida ribosa, NR, al buscar vías para intensificar el funcionamiento del gen SIRT1, que juega un papel muy importante en el metabolismo y la longevidad.
Los ratones de laboratorio, que recibían la NR en dosis bastante grandes y al mismo tiempo la comida en abundancia, quemaron mucha grasa, además mostraron muy buenos resultados en la carrera, gracias a aumentar la resistencia de sus músculos.
Los científicos advierten que el efecto obtenido en los ratones es imposible de conseguir bebiendo leche. Además, los resultados obtenidos en los roedores no bastan. Hace falta testar la NR en seres humanos.
Según Auwerx, la nicotinamida ribosa también posee propiedades similares a las del resveratrol del vino tinto, el que alarga la vida, según se cree.
