Los rebeldes sirios que secuestraron la semana pasada a peregrinos chiítas libaneses en Siria declararon que negociarán la libertad de los rehenes sólo después de el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, se disculpe por su decisión de apoyar al presidente sirio Bashar Asad, informó el canal qatarí Al Jazeera.
“Todos los rehenes se encuentran sanos y salvos. Pero las negociaciones para su liberación comenzarán solo después de que Nasrallah se disculpe por sus palabras de apoyar al presidente Asad”, declaró uno de los líderes del grupo hasta ahora desconocido "Revolucionarios de la provincia siria de Alepo” que se responsabilizó del secuestro.
Sin embargo, el líder del movimiento Hezbollah que mantiene una alianza con el régimen sirio dijo anteriormente que "si los peregrinos libaneses fueron secuestrados con el fin de influir en las preferencias políticas del movimiento, los secuestradores pierden su tiempo".
El pasado 23 de mayo, trece ciudadanos libaneses, miembros de la comunidad chií, fueron secuestrados en la provincia siria de Alepo, cuando cruzaban la frontera entre Turquía y Siria
al regresar de una peregrinación en Irán.
Entre los rehenes figuran cinco miembros de Hezbollah, según dio a conocer uno de los líderes del opositor Ejército Libre de Siria, Jusam Din Abak.
Dos días después del secuestro, la agencia de noticias libanesa Batania, comunicó que los rehenes habían sido liberados y que se encontraban en Turquía. Sin embargo está información pronto fue desmentida.
La toma de rehenes por la oposición siria causó protestas masivas en el Líbano. Varios miles de chiítas bloquearon varias calles de Beirut para exigir la pronta liberación de los peregrinos. Una semana antes del incidente en el norte del Líbano ocurrieron enfrentamientos entre simpatizantes y opositores del régimen sirio, más de 10 personas murieron.
La población libanesa ante el desarrollo de la crisis en Siria, que ya salda con más de 9 mil muertos según la ONU, teme que el conflicto se propague a su territorio.
