El Gobernador del Banco Central de Siria, Adib Mayaleh, así como el presidente de la empresa Altoun Group, Salim Altoun, oriundo de Siria y ciudadano de Venezuela, y su asistente Youssef Klizli, fueron incluidos en la “lista negra” de las personas a las que está prohibido entrar en los países de la UE y cuyos activos europeos serán congelados, según se desprende del Diario Oficial de la Unión Europea.
Ahora la “lista negra” de la UE la engrosan un total de 43 empresas y 128 ciudadanos de Siria sospechosos de financiar el régimen del presidente Bashar Asad.
Desde hace un año Siria es escenario de violentos enfrentamientos entre las fuerzas leales al presidente Asad y la oposición. El número de muertos ya supera 9.000 personas, según la ONU. Unas 230 mil personas se convirtieron en refugiados y cerca de un millón necesitan ayuda humanitaria.
Por su parte, las autoridades reportan sobre más de 2.500 muertos entre militares y agentes del orden público y al menos 3.200 muertos entre la población civil.
En el país rige un frágil armisticio entre el brazo armado de la oposición, el Ejército Libre Sirio, y las tropas gubernamentales, reglamentado por el plan del enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan.