La ONG defensora de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) urgió este lunes a la OTAN a investigar la muerte de 72 civiles en los ataques aéreos que realizó en Libia entre mayo y octubre de 2011.
En un informe de 76 folios difundido este lunes y titulado “Muertes no reconocidas: víctimas civiles durante la campaña aérea de la OTAN en Libia”, HRW denuncia la muerte de 72 personas, entre ellas, 20 mujeres y 24 niños, en ocho ataques aéreos de la OTAN. El documento se basa en un estudio que activistas de HRW llevaron a cabo sobre el terreno, incluidas las entrevistas con testigos y vecinos locales.
“La OTAN tomó medidas importantes para minimizar víctimas civiles durante la campaña en Libia pero se requiere información e investigación para explicar por qué murieron 72 personas”, declaró Fred Abrahams, principal autor del informe. Agregó que “sólo se permiten ataques contra objetivos militares mientras que en algunos casos subsisten serias interrogantes acerca de la clase de instalaciones que bombardearon las fuerzas de la OTAN”.
Human Rights Watch exhortó a la OTAN a plantear este asunto en su próxima cumbre, que tendrá lugar en Chicago, EEUU, los días 20 y 21 de mayo, investigar todos los casos y presentar el informe correspondiente al Consejo de Seguridad de la ONU, el organismo que autorizó en 2011 su intervención militar en Libia.
El más grave de los incidentes denunciados en el informe ocurrió el 8 de agosto de 2011 en la aldea de Majer, a unos 160 kilómetros al este de Trípoli. Un bombardeo de la OTAN provocó la muerte de 34 civiles y causó heridas a más de 30 en dos edificios donde residían docenas de refugiados.
“Me pregunto por qué han hecho esto, por qué nuestras casas”, dijo Muammar al-Jarud, quien perdió en aquel bombardeo a su madre, hermana, esposa e hija de ocho meses. “Si hubiera tanques o vehículos militares en la zona, lo entenderíamos pero sólo estábamos los civiles allí, y no se puede atacar a civiles así no más”.
Representantes de la OTAN afirmaron que los edificios en Majer eran base y alojamiento provisional de fuerzas gadafistas pero no avalaron esta versión con datos concretos.
“La negativa de la OTAN de investigar la muerte de decenas de civiles da al traste con su actuación por lo general cuidadosa en la campaña”, señaló Abrahams. La investigación, según él, es indispensable para “proveer compensaciones a las víctimas de ataques erróneos, así como aprender de los errores y minimizar las víctimas civiles en guerras futuras”.