El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, advirtió hoy que la injerencia extranjera en conflictos internos y el uso de sanciones unilaterales pueden agravar el caos en asuntos regionales, al igual que ocurrió en Libia, donde la situación sigue tensa, según expertos de Naciones Unidas.
“La intervención extranjera desde exterior y el uso de sanciones unilaterales pueden socavar la estabilidad, fomentar elementos caóticos en asuntos regionales, lo que observamos en Libia”, dijo Lavrov en una sesión ministerial de los países de la Organización de Cooperación de Shanghai (OSC).
El canciller resaltó la importancia de “fomentar el papel clave de la ONU, defender la supremacía del derecho en asuntos internacionales” e “impedir que se repita el guión libio en Siria”, donde desde hace un año continúan violentos enfrentamientos entre las fuerzas leales al presidente Bashar Asad y la oposición.
Ante el temor a posible intervención militar extranjera similar a la llevada a cabo contra Libia, Rusia y China bloquearon el pasado 4 de febrero en el Consejo de Seguridad una resolución contra Siria.
Mientras tanto, el enviado especial del secretario general del Consejo de Seguridad de la ONU, Ian Martin, presentó un informe sobre la situación actual en Libia, donde señaló que “el proceso de restauración no empezará hasta que regresen compañías e inversores extranjeros que actualmente tienen temores por cuestiones de seguridad”.
Martin afirmó que el problema clave de Libia es “la integración y desmovilización de militantes revolucionarios y el control sobre el armamento”, destacó también la necesidad de implementar una “seguridad eficiente y mecanismos de gestión fronterizos”, proceso que tardará años.
Según el diplomático, las elecciones en Libia convocadas para el próximo junio, primeras en los últimos 45 años, es parte del proceso de transición, “no es inicio ni final”, así que tras los comicios los ciudadanos libios deberán dedicarse a “una duradera y seria restauración del Estado”.
En su comunicado Martin indicó también que actualmente, Libia produce 1,4 millones de barriles de crudo diarios. “La mayoría de los libios tienen acceso a sus activos bancarios. Hay señales visibles de nueva actividad comercial”, agregó.
A mediados de febrero de 2011, en Libia estallaron protestas contra el régimen del entonces líder Muamar Gadafi. Las manifestaciones desembocaron en choques armados entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales, que causaron miles de víctimas mortales. Gadafi, que estuvo en el poder 42 años, fue asesinado probablemente por rebeldes libios en las inmediaciones de Sirte, su ciudad natal.
